miércoles, 23 de diciembre de 2009

Feliz Navidad

No me las quiero dar de adolescente traumatizado porque tardarías poco en pillarme. Tuve una infancia feliz y una adolescencia tan normal como pueda serlo la de cualquiera. Sin embargo, recuerdo la Nochebuena con cierto regusto agridulce. Desde que tengo uso de razón la he pasado rodeado de mucha gente. Padres, hermanos, tíos, tías, primos, primas... Un ambiente familiar que habría sido la envidia de la mismísima familia Brady. Sin embargo, recuerdo también cierta sensación de soledad. Cuanta más gente había, cuando mejor ambiente se generaba, más diferente me sentía. Y eso me generaba un extraño sentimiento de culpa que tardaba varios días en sacudirme.

Desde hace ya un tiempo, en cambio, cada año por estas fechas me sorprendo a mi mismo contando los días que quedan para volver a reunirme con las mismas personas que hace años me hacían sentir tan diferente. Las mismas no. Por desgracia varias ya no están. Qué decepción. Creía que era una persona especial y en realidad sólo era un adolescente. Feliz Navidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Feliz Navidad para ti también; quizá tu aura especial proceda de esa inocencia que te hace vivir (o vestir) como un adolescente. La clave está en no pasarse con la dosis...